En SMV ofrecemos todo tipo de servicios relacionados con la gestión de residuos, también de aquellos catalogados como «peligrosos». Este tipo de desechos suponen un riesgo para el medio ambiente y para la salud humana debido a sus características corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables, infecciosas o radiactivas.
¿Cómo saber si un residuo es peligroso? Básicamente, puedes consultarlo en la Lista Europea de Residuos, Orden MAM/304/2002 y en la propia ficha de seguridad de cada producto. En nuestro blog también hemos hablado sobre qué tipo de residuos se consideran peligrosos y cuáles no.
Una vez tengamos clara esta clasificación, podremos aplicar toda la normativa sobre el almacenamiento de residuos peligrosos y tóxicos reflejada en las siguientes leyes:
- Reglamento (CE) 1272/2008, de 16 de septiembre de 2008, del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre clasificación, etiquetado y envasado de sustencias y mezclas (CLP).
- Real Decreto 656/2017. Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos y sus Instrucciones Técnicas Complementarias.
- Real Decreto 833/1988, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento para la ejecución de la Ley 20/1986, Básica de Residuos Tóxicos y Peligrosos.
El envasado, etiquetado y señalización de almacenamiento de los residuos peligrosos también está contemplado en las siguientes Notas Técnicas de Prevención (NTV) o guías de buenas prácticas:
- NTP635: Clasificación, envasado y etiquetado de las sustancias peligrosas.
- NTP 725: Seguridad en el laboratorio: almacenamiento de productos químicos
Tabla Contenidos
Toggle¿Quién debe acogerse a la normativa sobre almacenamiento de residuos peligrosos?
A esta normativa de almacenamiento de residuos peligrosos deben acogerse todos los productores de residuos peligrosos, sean organismos públicos o particulares, que produzcan desechos hospitalarios y biológicos; desechos industriales como disolventes, aceites, lubricantes, alquitrán, emulsiones acuosas, ácidos, etc; desechos provenientes de fungicidas y plaguicidas de la actividad agropecuaria; y desechos mineros.
Dentro de la misma norma se observan las siguientes obligaciones para los productores de residuos tóxicos y/o peligrosos:
- Mantener los residuos almacenados en condiciones adecuadas de higiene y seguridad. El tiempo máximo de almacenaje no superará los seis meses, excepto casos en que las Comunidades Autónomas lo autoricen de forma específica.
- No mezclar ni diluir los residuos tóxicos con otros residuos, catalogados como peligrosos o no, ni con otras sustancias o materiales.
- Almacenar los residuos tóxicos conforme a la normativa vigente, incluyendo acciones de envasado, etiquetado y señalización en su lugar de producción para facilitar su recogida, su transporte y su posterior tratamiento.
Pasos previos al almacenamiento de residuos peligrosos
Antes de su almacenaje, los residuos peligrosos deben ser separados por categorías ya que su mezcla podría aumentar su grado de toxicidad/peligrosidad exponencialmente.
Una vez segregados y organizados por categorías, los residuos peligrosos serán envasados siguiendo unas pautas de carácter técnico que incluyen la utilización de envases herméticos para evitar la pérdida de contenido y la manipulación de terceros.
De la misma forma, el envasado para el posterior almacenamiento de los residuos tóxicos debe evitar generación de calor, explosiones e igniciones, así como la formación de sustancias tóxicas o efectos que dificulten su gestión o aumenten su peligrosidad.
Por último, y para garantizar una correcto almacenaje de los residuos peligrosos, este tipo de desechos debe estar perfectamente identificado conforme al Reglamento (CE) nº 1272/2008 sobre clasificación, envasado y etiquetado de sustancias y mezclas (CLP).
Almacenamiento de residuos peligrosos y tóxicos: cuestiones básicas
Los residuos peligrosos deben ser almacenados en zonas completamente independientes y aisladas para tal fin y ubicadas lejos de elementos de riesgo como cuadros eléctricos o compresores.
La recomendación general es no utilizar depósitos enterrados o empotrados. La zona debe estar cubierta para evitar que elementos externos como la lluvia provoquen un incremento de volumen o arrastren elementos contaminantes. A su vez, estas zonas de almacenaje de residuos peligrosos deben disponer de sistema de ventilación. En el caso de los residuos peligrosos pulverulentos, su almacenamiento nunca debe realizarse al aire libre.
Aunque la normativa sobre el almacenamiento residuos peligrosos no es específica, la zona de almacén debe disponer de un sistema de control de los derrames y de recogida o contención de fugas; especialmente en el caso de los residuos peligrosos líquidos
Los sistemas para la contención de derrames durante el almacenamiento de residuos peligrosos podrán basarse en la existencia de un cubeto fijo en el propio contenedor, un cubeto móvil de material compatible con los productos a contener o una arqueta o rejilla estanca. En estos dos últimos casos el suelo debe ser impermeable y disponer de la inclinación suficiente para dirigir los derrames peligrosos.
En SMV somos expertos en el manejo de residuos peligrosos. Somos una empresa con experiencia y disponemos de la la capacidad y del personal formado para tratar y manipular residuos peligrosos de manera correcta y acorde a la normativa vigente.
Para su tranquilidad y comodidad, consulta nuestros servicios relacionados.
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