Los residuos químicos (también denominados «residuos de productos químicos») son los restos de productos sintetizados en laboratorio. Este tipo de residuos pueden provenir de diferentes ámbitos y sectores económicos, siendo los más habituales la industria, la agricultura, la limpieza de instalaciones y la minería.

Entre los residuos derivados de productos químicos podemos enumerar limpiadores, lejías, plaguicidas y biocidas, insecticidas, pinturas, amoniacos o algunos tipos de plásticos. El uso de de estos productos químicos está generalizado en la sociedad, y tiene una amplia presencia en nuestra vida cotidiana. Profesionales de peluquerías, tintorerías, laboratorios y negocios de hostelería, de construcción o del ámbito sanitario los utilizan habitualmente.

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Normativa europea sobre el reciclaje de productos químicos

Debido a su toxicidad, todos los residuos químicos se consideran peligrosos y deben gestionarse de manera específica para su posterior tratamiento.

La legislación de productos químicos es común en toda la Unión Europea para proteger la salud de los consumidores, de los usuarios profesionales y del medioambiente.

La legislación sobre el reciclaje químico se articula en torno a varias normativas del ámbito de la Salud Pública, reflejadas dentro del Sistema Globalmente Armonizado (SGA) de las Naciones Unidas sobre la clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas químicas.

Las principales normas observadas por la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) son la Directiva 67/548/CEE sobre Clasificación, etiquetado y embalaje de las sustancias peligrosas, el reglamento REACH y el reglamento CLP.

  • Reglamento REACH (Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Sustancias Químicas). El reglamento (CE) nº 1907/2006 o Reglamento REACH entró en vigor en 2007. Su objetivo es mejorar la protección de la salud humana y el medioambiente frente a los riesgos derivados de las sustancias y mezclas químicas.

Adoptado por la mayoría de empresas de la UE, el Reglamento REACH se aplica a todas las sustancias químicas industriales y domésticas (productos de limpieza, pinturas y artículos como ropa, mobiliario y aparatos eléctricos).

El Reglamento CLP entró en vigor en 2015, y desde entonces es la única legislación en materia de clasificación y etiquetado de sustancias y mezclas químicas vigente en la UE.

Otros reglamentos europeos sobre esta materia son:

Reciclaje de residuos químicos: todo lo que debes saber

El uso de productos químicos implica una serie de obligaciones para empresas y productores. Estas obligaciones sirven para garantizar el uso de este tipo de productos, altamente tóxicos y nocivos.

El reciclaje químico debe hacerlo siempre una empresa gestora autorizada para su posterior valorización o eliminación.

Previamente, las empresas deben garantizar la correcta clasificación y almacenamiento de los residuos químicos según su composición y siguiendo estos criterios:

  • Caracterización del residuo.
  • Envasado en condiciones seguras.
  • Uso envases homologados.
  • Etiquetado que incluya nombre del productor, información y codificación sobre el residuo, pictogramas de identificación del riesgo y fecha de inicio de envasado a través de una ficha de datos de seguridad (FDS).
  • Registro de la producción.

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Los residuos químicos deben recogerse en contenedores especiales, siguiendo las regulaciones legales. Estos contenedores se rellenarán como máximo al 90% para evitar derrames. Deben estar cerrados herméticamente y tener su correspondiente etiqueta.

En algunos casos, los envases incluyen frases R (que indican los riesgos específicos derivados de los peligros de la sustancia) y frases S (consejos de prudencia en relación con el uso de la sustancia).

Los residuos químicos líquidos como disolventes (etanol, acetona, etc.), ácidos (sulfúrico, acético, etc.), pesticidas, fenoles, sales (sulfatos, sosa, etc.) o líquidos de revelado fotográfico deben depositarse en garrafas homologadas de 5, 10 o 25 litros.

Los envases más grandes (10, 30 o 60 litros) se emplearán para productos caducados – que estén en su envase original -, trapos o papeles impregnados de sustancias químicas, materiales de laboratorio contaminados o envases vacíos de productos químicos.

Por otra parte, la legislación vigente prohíbe expresamente el almacenamiento de residuos peligrosos durante más de 6 meses, por lo que el reciclaje químico se realizará en periodos de este tiempo.

Además, a la hora de realizar la mezcla de dos o más productos químicos, hay que conocer su composición para valorar los posibles riesgos de su almacenamiento conjunto (incompatibilidad química, reactividad, etc.).

Buenas prácticas para el reciclaje de productos químicos

La gestión de residuos químicos deben hacerla siempre empresas gestoras autorizadas como SMV.

Algunos consejos para facilitar su clasificación previa son:

  • Se recomienda establecer una política de compras clara para adquirir la cantidad de productos químicos estrictamente necesaria, con el fin de evitar problemas/riesgos en su almacenamiento/tratamiento.
  • Utiliza sistemas informáticos para hacer un seguimiento de la compra de productos, fechas de caducidad, empresas productoras, etc.
  • Apuesta por productos químicos alternativos de menor peligrosidad.
  • Reduce la variedad de productos químicos utilizados para aumentar las posibilidades de reutilización y reciclado y reducir la cantidad de residuos a gestionar.
  • Antes de utilizar un producto, revisa las instrucciones de uso.
  • Deshecha los productos químicos únicamente cuando haya finalizado su vida útil para reducir la producción de desechos.
  • Usa recipientes reutilizables.

SMV es una empresa de servicios especializada en la gestión integral de residuos. Contamos con la autorización 509/T01/CV para el Transporte Profesional de Residuos Peligrosos y la 12/NO1/CV (autorización para realizar operaciones de negociador de residuos peligrosos).

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